viernes, 8 de enero de 2010

MENSAJE Nº 2: EL INFIERNO ESTÁ LLENO DE BUENOS DESEOS

LA VOZ DEL PAPA

Cristo vino al mundo para liberarnos del pecado y de la triste fascinación de proyectar nuestra vida prescindiendo de Dios y no lo hizo con sólo palabras altisonantes, sino luchando en persona contra el Tentador dando ejemplo hasta la Cruz. Éste ejemplo vale para todos:¡¡ el mundo se mejora comenzando por uno mismo, cambiando, con la gracia de Dios, lo que no va en nuestra vida!! (BENEDICTO XVI)

SÓLO PARA CATÓLICOS…( VALIENTES )

EN CASO CONTRARIO NO SIGAS LEYENDO

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Para la mejor comprensión de cada uno de los Mensajes es conveniente haber leído los anteriores, especialmente el Nº 1

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VOZ DE JESUCRISTO , SAN PEDRO, SAN PABLO Y TODOS LOS SANTOS No hay que devolver mal por mal, sino bendiciones.

LOS HIJOS DE DIOS NO NACEN DE LA CARNE NI DE LA SANGRE SINO DEL ESPÍRITU SANTO, entonces ¡¡AYUDÉMONOS , HERMANOS, ORANDO UNOS POR OTROS PARA QUE NUNCA NOS SEPAREMOS DE JESÚS NI DE MARÍA SANTÍSIMA , PORQUE ESOS SON SUS DESEOS, PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS !!


M E N S A J E Nº 2: EL INFIERNO ESTÁ LLENO DE BUENAS INTENCIONES


“El justo cae siete veces al día” – dijo Jesús, por lo tanto seríamos ilusos pensar en no caer nunca, que es lo que uno quisiera, porque no es agradable darse uno cuenta que caímos en la tentación y fuimos vencidos por el demonio. Pero podemos ayudarnos pensando en que cada vez que vencemos una tentación ha sido evitarle a Jesús un dolor menos en la cruz, gracias al pecado que no cometimos hoy. También, debemos pensar que quien tenga ideas distintas no es un enemigo nuestro, sino un contrario con quien se puede dialogar con respeto y obtener acuerdos prácticos positivos de bien-común, sin necesidad de pretender que cambie de mentalidad y acepte la nuestra y/o viceversa.

ORACION A SAN MIGUEL ARCÁNGEL, VENCEDOR DEL DIABLO (se lee bajo su imagen en la Parroquia del mismo nombre, Comuna San Miguel, para que nos enseñe y ayude en esta empresa de ser un regalo para Chile).

San Miguel, que con tu nombre proclamas: ¿Quién como Dios? ¡aumenta nuestra fe! para confiar siempre en el poder de Dios.

Tú, que por la fidelidad a Dios, vences a Satanás, espíritu del mal, acompáñanos en la lucha contra la mentira, el egoísmo, la soberbia y toda clase de pecado.

Tú, que estás muy cerca de Dios Padre, ayúdanos a amarnos unos a otros como verdaderos discípulos de Cristo.
Tú, que con el poder de Dios, lograste la victoria del bien sobre el mal, fortalece nuestra esperanza en el triunfo de la vida y de la paz.AMÉN

Repetimos la pregunta: ¿Queremos de verdad pertenecer al Ejército de Jesucristo para combatir al ejército del demonio y, al mejorar nuestras almas mejorar, también, el alma de Chile, nuestra querida Patria?


PERO Jesús dijo a Pedro: “Vuelve tu espada a su vaina, pues quién toma la espada, a espada morirá” (Mt.26,52). Pedro al oír estas palabras quedó sorprendido y sin saber qué hacer. Si sacó su espada demostró que no tenía miedo de morir, como había ya dicho al Señor y no se le ocurría de qué otra manera podía defender - y que era lo lógico que en tal circunstancia actuara como hombre que se precie de tal - a su amado Jesús-Dios.


Siendo San Ignacio un soldado con grado de capitán, asoció a un ejército a aquellos que quisieran luchar por el BIEN, para lo cual necesariamente tenían que hacerlo al estilo de Jesús… ¡sin armas! Tampoco este Ejército iba a luchar contra otros hermanos, sino contra el demonio o Satanás ¡¡para vencerlo como hizo San Miguel Arcángel!! Y la forma de vencerlo es luchar, pero contra uno mismo, contra las tendencias sin control de: “ …los deseos de la carne, deseos de los ojos y soberbia de la vida…” (1ªJn. 2,16), es decir, vivir, en general, contra los mandamientos de Jesús, porque enseñó: “El que guarda sus mandamientos, permanece en Dios y Dios en él; y nosotros conocemos que permanece en nosotros por el Espíritu Santo que nos ha dado.”(1ªJn.3,24). No obstante, no debemos descuidarnos, porque se nos dice en 1ªPe.5,8: “Estén alerta y velen, que vuestro adversario el diablo, como león rugiente , anda rondando y busca a quién devorar, al cual resistidle (o vencedlo) firmes en la fe, considerando que los mismos padecimientos soportan vuestros hermanos dispersos por el mundo. Y el Dios de toda gracia, que en Cristo los llamó a su gloria eterna, después de un breve padecer los perfeccionará y afirmará, los fortalecerá y consolidará.”
Pablo añade diciendo: “ Por eso, someto a mi cuerpo y lo reduzco a servidumbre, no sea que yo que he predicado a otros, sea después reprobado” (1ªCor 9,26). “No se engañen: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los homosexuales, ni los sodomitas, ni los ladrones, ni los avaros, ni los beodos, ni los maldicientes, ni los rapaces poseerán el reino de Dios.”(1ªCor.6,9).

Todo el que lee , entendiendo lo que se quiere decir, quedará sorprendido como Pedro quién debió ponerse a pensar, entonces, ¿ qué debía hacer?...pues, lo que dijo Juan Pablo I: “NO SON BATALLAS LO QUE EL MUNDO NECESITA, SINO ORACIONES” y parafraseando este pensamiento, podríamos decir: “NO SON BATALLAS LAS QUE CHILE NECESITA, SINO CHILENOS CON EL ALMA Y CONCIENCIAS LIMPIAS.”

Si leemos más seguido el Nuevo Testamento y repetidas veces , ayudado, además, por el Catecismo de la Iglesia Católica (un sabio complemento para nosotros que queremos ser católicos-chilenos-valientes y que deseamos vencer al diablo), aprenderemos a manejar las armas que esta Iglesia nos entrega ya desde el Bautismo, pues, al borrarnos el pecado original, rompió la atadura que teníamos con el demonio y nos liberó de su dominio dejándonos como un ángel bueno, sin la menor mancha, volviendo al estado de santidad que nuestros primeros padres Adán y Eva tenían en el Paraíso, pero que dura muy poco tiempo, en comparación con los años de vida de una persona y como dice el dicho: “Vivir más para pecar más”, llega una edad en la cual comenzamos a ensuciar esa vestidura blanca y limpia, las cual, para limpiarla y recuperarla como estaba cuando recién bautizado - en la gran misericordia de Jesús - , nos dejó la confesión y la comunión, produciendo estos sacramentos en nosotros la experimentación de sentirnos libres del peso de nuestros pecados, aunque sea por unos cuantos minutos, pero esa sensación es suficiente para alegrarnos y desear mantenernos, en el mayor tiempo posible, en ese grandioso y dichoso estado. ¡Cuántas veces hemos escuchado: “ Ah, cómo poder ser tan feliz como cuando era niño”…Pues, ésta es la solución, estas son las armas del católico para vencer al demonio venciéndonos nosotros mismos: ¡los sacramentos, la eucaristía o misa, las prácticas de piedad como la Adoración al Santísimo, el rosario y demás oraciones, las indulgencias especialmente las plenarias y tantas novenas, intercesión de los santos, etc.!...y para que Dios nos perdone ¡debemos perdonar!, porque, como dijo San Agustín: “ Odio al error, pero amor al que lo vive.”


PERO PARA SER CATÓLICOS-CHILENOS- VALIENTES no es solamente cuestión de desearlo, porque “el infierno está lleno de buenos deseos y buenas intenciones” – dijo Santa Teresa de Ávila. Hay que aterrizar la fe en la actividad personal de la vida de cada uno:, familiar, social, laboral, política, comercial, empresarial, educacional, producción, marítima, minera, civil, militar, cultural, artística, deportivas, de servicios, bancarias, nacionales, internacionales, turísticas, etc.etc. Y aquí está lo grande y difícil que Chile nos pide, porque – sobretodo cuando se trata de cargos y/o dineros – nos pide estar dispuesto a ser honrado y honesto y aceptar la verdad ¡pese a todo! ¿Honrado, honesto o…tonto? Así fue el problema de conciencia que tuvo un señor que recibió el pago de un cliente dejando un billete de diez mil pesos de más. Su duda era si debía dejárselo para él o repartirlo con su socio. Para él, su razonamiento era ‘bueno’ para los socios, pero la verdad era que debía devolverlo al cliente.

Somos libres para pensar y hacer el mal, pero tengo la libertad para no aceptarlo. Cada uno sabemos lo que cuesta ser católico las 24 horas del día y en todo lugar y circunstancia. Constantemente tenemos la tentación de sumarnos a las malas costumbres, y así, estamos viviendo la “ época del libre albedrío, de las mayoría, del ‘se dice y se hace’, de la viveza, del desparpajo (sin vergüenza), sin tomar en cuenta la conciencia del bien y del mal”, es decir, que todo es igual, nada es malo si yo lo quiero , porque sólo basta que uno lo quiera para que sea bueno y si dos o más quieren la misma cosa, no se guiarán por la amabilidad, la cortesía, la verdad, ni la razón ni por el derecho, sino por el que se muestre más fuerte, violento, asesino o esté protegido por el grupo más facineroso o el que pueda comprar la conciencia de otros para obtener el triunfo legal, aunque no sea verdadero ni justo. Es decir, se piensa falsamente que libre-albedrío (la capacidad de elegir hacer el mal: pasear con la polola(o) o ‘trabajar’ de lanza) es lo mismo que libertad (la capacidad de elegir hacer sólo entre dos o más bienes: pasear con la polola o llevarla al cine o ir a misa). Esta falsa equivalencia es un mal uso que corrientes interesadas en engañar han estado promoviendo desde hace años. Por eso se escucha decir, más veces de lo que uno quisiera: “yo tengo la libertad de hacer de mi vida lo que quiera”; “yo tengo libertad para drogarme, si quiero”; “yo tengo la libertad de no estudiar, si no quiero”, debiendo haberse dicho “yo soy libre para…).


Se necesitan muchos o, más bien, que todos los católicos-chilenos seamos valientes, que pasemos por sobre todo para dar gusto SÓLO A JESUCRISTO-DIOS, porque dijo - “el que me ama, cumple mis mandamientos”…¡aunque sea con la muerte!- que es el mismo Primer Mandamiento de la Ley de Dios ya existente en el Antiguo Testamento: “Amarás al Señor tu Dios con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas por sobre todas las cosas y personas… y al prójimo como a ti mismo”


HERMANOS CATÓLICOS-CHILENOS-valientes: ¿Es nuestra preocupación dar gusto a Dios en lo cual, paradójicamente, encontramos la felicidad, la cual, muchas veces, no encontramos haciendo nuestra propia voluntad ni siguiendo nuestros propios gustos y ganas?. ¿Acaso no sabemos, por nuestras malas experiencias, que cada vez que cometemos algo contra nuestra conciencia nos invade la tristeza de la cual cuesta tanto salir?¿Cómo está el uso de nuestros cinco sentidos: ojos, oídos, gusto, olfato, tacto? ¿Cómo está nuestra asistencia a los templos a conversar con Jesús que nos llama diciendo :- ”Venid a Mí los que están cargados y agobiados por el peso de la vida que Yo los aliviaré. Tomad sobre vosotros mi yugo y aprended de Mí, que son mansa y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, pues mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mt.11,28)? Quizás estas últimas palabras sean las que más nos llega, porque en cuanto nos sentimos cargados y agobiados por el peso de la vida recurrimos a Él y cuando salimos de esos baches, sin embargo, volvemos a lo mismo una y otra vez y hacemos igual que el pueblo judío cuando Dios a través de Moisés lo liberó de Faraón y ellos vivían quejándose y que preferían haber seguido siendo esclavos de Faraón Y de esto se trata, hermanos católicos-chilenos-valientes, de cuidarnos las 24 horas del día, no sólo una hora, ni doce, ni dieciocho, sino ¡¡24!! Es decir, como decía San Alberto Hurtado: “tenemos la vida para amar y servir a Dios y la muerte para gozarlo”, pero también nos dijo: “ tenemos la vida para conocer a Dios y hacerlo conocer; amar a Dios y hacerlo amar; servirlo y hacerlo servir; adorarlo y hacerlo adorar”. Y mientras estemos con vida, no podemos descuidarnos con el “león rugiente”.
No hay duda que tal saneamiento de nuestras almas nos produce alegría, lo cual es comunicativo hacia nuestra familia, hijos, amigos, prójimo, en general, pero aquí ya comenzamos a entrar en mar brava. En efecto, cada vez que se nombra la piedad, es decir, la práctica de nuestra fe a través de la oración, los sacramentos, en especial, la confesión y comunión, para quienes, por el llamado absolutamente gratuito que Dios nos hizo a ser bautizados por petición de nuestros padres e ingresar a la fe católica de esta Santa Madre Iglesia que Jesús nos dejó para que sea la madre que nos guía en el seguir los pasos de Jesús, porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida, es decir, que Jesús dio su vida por mí, por ti y por todos, porque Dios quiere que todos seamos santos…comienzan , entonces, los corcoveos, porque, como dijo Juan Pablo I, en los 33 días que alcanzó a cargo de la Iglesia: - “ ORACIONES SON LO QUE EL MUNDO NECESITA, NO BATALLAS”. Pero hay que superar la vergüenza o miedo de confesarnos católicos en cualquier lugar, sobre todo si tenemos yayas que los demás conocen y que nos lo van a echar en cara. Pero qué le vamos ¿a hacer? No es ninguna sorpresa, por lo tanto reconocer que somos pecadores, pero que queremos cambiar ¡digan lo que digan los demás! O como dijo Juan XXIII, cuando dos diplomáticos objetaban el que quisiera llamar a un nuevo Concilio Ecuménico, pues le decían que el mundo estaba muy malo y lleno de sinvergüenzas por lo que no se iba a lograr nada, a lo que él contestó: - “Seamos nosotros mejores y en el mundo habrá tres sinvergüenzas menos”.
Y éste sería el lema de la misión que debemos hacer entre todos, que constituiría el REGALO QUE QUEREMOS ENTREGAR A NUESTRA PATRIA con motivo del bicentenario:¡¡ LIMPIAR EL ALMA DE CHILE NUESTRA QUERIDA PATRIA!! En efecto, si el alma de Chile es la unión de los 16.600.000 millones de habitantes chilenos y extranjeros que vivimos en esta hermosa geografía “copia feliz del Edén”, de los cuales el 76,4% somos católicos es decir, 12.682.400, vemos que, si somos mejores, tendremos 12.682.400 habitantes sinvergüenzas menos que es una buena cantidad con la que podemos aportar para mejorar esta alma herida de nuestra querida Patria. En este total están considerados también los extranjeros católicos residentes, los cuales también están invitados a ser santos para que formemos de este Chile una Patria en la que también ellos vivan felices. Y ESTE REGALO PARA CHILE DE SANTIFICAR SU ALMA SANTIFICÁNDONOS CADA UNO DE NOSOTROS, DEBE BUSCARSE SOBRE CUALQUIERA SEA EL GOBIERNO DE TURNO , PORQUE AQUÍ NOS UNIMOS LOS CATÓLICOS-CHILENOS, puesto que tendríamos una misión común, pues la rectitud de conciencia es para todos los seres humanos de cualquier color político que sea, y mucho más para nosotros los católicos, porque, como escribió Séneca: “de qué sirve definir la línea recta si no se sabe lo que es la rectitud” y en el Catecismo Católico leemos en el número 1955 a propósito de la recta razón o conciencia del bien y el mal: “Existe ciertamente una verdadera ley: LA RECTA RAZÓN. Es conforme a la naturaleza (ley natural), extendida a todos los hombres; es inmutable y eterna (para los hombres de todas las ápocas); sus órdenes imponen obligación, sus prohibiciones apartan del mal…Es un sacrilegio sustituirla por una ley contraria; está prohibido dejar de aplicar una sola de sus disposiciones; en cuanto a abrogarla enteramente, nadie tiene la posibilidad de ello”, palabras que no son de ningún cristiano , sino de Cicerón, 106 A.C., quien , seguramente fue de aquellos que Pablo señala en Rom.2,14-16 que se salvó por la recta conciencia, aunque no conoció al Dios judío ni los mandamientos que les entregó, porque ellos son una explicitación del actuar de esa recta conciencia, así la recta conciencia cumple los mandamientos sin haberlos escuchado alguna vez, como los niñitos pequeños que se esconden cuando se sienten mal por algo que han hecho y que la conciencia les reprocha sin que nadie les haya dicho nada.

Y los católicos tenemos tantos modos de obtener fuerza de la “fuente de poder” que es el Espíritu Santo a través de las prácticas de piedad. Ningún santo lo fue sin la piedad. La piedad es el alma de toda santidad personal y, por ende, de la Patria.

Este llamado que nos hace la Patria a sanar su alma sanando las nuestras, no es porque seamos santos, sino porque debemos querer serlo, que es la voluntad del Padre Dios: "sed santos como vuestro Padre Celestial es santo", porque este es un trabajo sin término mientras no estemos muertos.

Pero, como ya está dicho, no bastan las buenas intenciones, sino que debemos comenzar por el dar trabajo a los sacerdotes para que también se ganen el cielo trabajando duro, porque aumentarán las confesiones, las comuniones, la enseñanza de cómo encontrarnos con Jesús, porque el Papa Pio XII dijo: “Quién no ha experimentado un encuentro con Jesús de tipo místico, aunque sea brevemente, nunca será católico”, ¿y cuáles son los medios para el encuentro con Jesús-Dios?: a través de la oración, comunión, adoración de Jesús Sacramentado en una Hora Santa, ganar las indulgencias plenarias, y tantos beneficios que Jesús y su Santa Madre nos consiguieron a costa de sufrimientos y dolores que todos conocemos, pero que no les agradecemos suficientemente, porque hacemos caso omiso de sus orientaciones, demostrando que no nos importa nuestra alma eterna, lo cual es una locura por cuanto, por larga que sea nuestra vida en este mundo no va a pasar de 200 años y “vivir más para pecar más” y poner en peligro la salvación. ¿Y qué son 200 años en comparación con la eternidad que se puede perder? Por lo tanto, que nadie nos quite los buenos deseos de practicar y recorrer el Camino que es Jesús-Dios. Estos propósitos debemos mantenerlos y practicarlos, cualquiera sea la coalición política que gobierne, porque primero somos católicos y por tanto, tenemos que dejarnos guiar por el Espíritu Santo, como dice en Flp.13: “Pues Dios es el que obra en vosotros el querer y el obrar según su beneplácito.” Y primero siempre estará Dios, seamos Presidente, Ministros, Jueces, profesionales, porque lo amamos por sobre todas las cosas y personas y también tendrán que dar cuenta a Dios de sus vidas y del cumplimiento de sus deberes personales y del Bien Común, que es el camino de santificación más normal.

QUE JESÚS MARÍA Y JOSÉ NOS GUARDEN Y ACOMPAÑEN EN ESTA MISIÓN. AMÉN

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